jueves, 30 de mayo de 2013

renovarse o morir

CAPÍTULO IV .

Y si en Jardín Botánico, 6, había podido apreciar la visión panorámica de mi ciudad natal -su skyline y su límite marítimo-, en Vía Alemania, 12, aprendí la manera de ser -la complejidad de su interior- de esa misma ciudad, la mía. Lo que yo le pediría luego a mi ciudad natal y no siempre encontraría. Lo que definía y limitaba a mi familia, como el mar definía y limitaba la ciudad. Lo aprendí sin tener conciencia de estar aprendiéndolo. Esta falta de conciencia nacía de la falta de necesidad. Cuando todos nos quedamos un poco a la intemperie porque Vía Alemania, 12, dejó de existir, supe lo que había perdido, pero también lo que había aprendido. Y eso que había aprendido era yo. 

 Josep Carles LLop. La ciutat submergida 

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