vengo de tus brazos, de tus ojos, de sentir los relámpagos que desencadenas en mi cuerpo... y ahora, de nuevo ante los píxeles percibo los truenos en la lejanía... esta agonía de nuestro amor no se acaba nunca... querer y no poder es un estado desesperante, es un callejón sin salida, otro más con el que dibujar el plano informe de mi vida...
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