viernes, 17 de enero de 2014

verecundia

admito en voz baja, casi en silencio,que se agita en mí las ganas de conocerte, el fracaso de invitarte a un café exprés me ha llevado a semanas de frustración, sigo en ella, tienes la edad de los amores tranquilos, el físico de la vida vivida con gratitud, algo menudo, tremendamente educado y sin duda inteligente, algo nos atrae por dentro pero te asusta quizás o tu inmenso respeto por todo lo tuyo te aleja de una tímida pero valiente proposición, un café sin más, o quizás las prisas te impidieron decir que sí y aún le das vueltas y te arrepientes... nos pica la curiosidad, dos cabecitas inquietas frente a frente pero con limitaciones para encontrarnos en un punto. dejo aquí este vago testimonio de esta pequeña espina clavada, de estas ganas de conocer quién se esconde tras un señor nada espectacular en sus formas pero que me infunde una profunda ternura, que excita mi mente con los destellos de su inteligencia, no sé... es fácil imaginarme junto a él acunada por sus palabras, por sus caricias,... me recuerda tanto lo que he tenido, lo que a veces tengo, lo que voy a dejar de tener...

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