sábado, 11 de febrero de 2012

confieso

que me gusta la humildad, me gusta que se reconozcan errores, que se rectifiquen conductas, que se busque aprobación y cariño, me gusta que me rindan cuentas, que me otorguen el poder que merezco, me gusta obtener lo mejor de cada cabecita despierta, de cada cuerpo deseoso... amo estar en la cima de los deseos, en el zénith de los anhelos individuales, en los sueños y las horas... me gusta aparecer y desaparecer a deshora, me gusta ser como el clima, a veces frío, a veces cálido, a veces neblinoso, a veces soleado... me gusta la humildad de puertas adentro, de esos hombres orgullosos, carismáticos, manipuladores, agresivos... me gusta sentir sus ganas de descender a mis infiernos...

3 comentarios:

  1. Espíritu dominante, caprichoso y travieso...

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  2. La humildad puede ser un regalo muy preciado viniendo de alguien orgulloso, ¿verdad?.

    Me ha resultado muy erótico este post.

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  3. cierto, muy preciado y apreciado... de lo más...

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