renovarse o morir

CAPÍTULO IV .

Y si en Jardín Botánico, 6, había podido apreciar la visión panorámica de mi ciudad natal -su skyline y su límite marítimo-, en Vía Alemania, 12, aprendí la manera de ser -la complejidad de su interior- de esa misma ciudad, la mía. Lo que yo le pediría luego a mi ciudad natal y no siempre encontraría. Lo que definía y limitaba a mi familia, como el mar definía y limitaba la ciudad. Lo aprendí sin tener conciencia de estar aprendiéndolo. Esta falta de conciencia nacía de la falta de necesidad. Cuando todos nos quedamos un poco a la intemperie porque Vía Alemania, 12, dejó de existir, supe lo que había perdido, pero también lo que había aprendido. Y eso que había aprendido era yo. 

 Josep Carles LLop. La ciutat submergida 

temps

pasa el tiempo y sigues siendo necesario,  tu voz calma mi espíritu, saber que existes me apacigua, mi vida era una guerra que pasaba desapercibida por tu presencia y ahora me doy cuenta de la lucha, de lo difícil que es levantarse y afrontarlo todo, absolutamente todo, ser el eje y el puntal de uno mismo y de cuanto te rodea... nadie dijo que vivir fuera fácil pero a mí me lo parecía, con tus caricias desaparecían inquietudes y malos tragos... ahora los vivo, los percibo, los atravieso, me atraviesan... y sobrevivo, respirando en una llamada, en una mirada fugaz...

Mira'm els ulls que cap fosca no venç.

Vinc d'un estiu amb massa pluges,

però duc foc a l'arrel de les ungles

i no tinc cap sangtraït pels racons

de la pell del record.

Per l'abril farà anys del desgavell,

set anys, cosits amb una agulla d'or

a la sorra del temps,

platges enllà perquè la mar els renti

i el sol i el vent en facin diademes.

Mira'm els ulls i oblida el cos feixuc,

la cambra closa, els grans silencis;

de tot això sóc ric, i de més coses,

però no em tempta la fredor del vidre

i sobrevisc, aigües amunt del somni,

tenaç com sempre.

Mira'm els ulls. Hi pots llegir el retorn.   Miquel Marti i Pol.

ni contigo, ni sin ti.

seguramente haya sido cierto que el amor puede con todo, ha podido conmigo, me ha dejado atontada del todo y, sobre todo, hecha polvo. si soy aún la que era, no me reconozco en demasía, me he apagado, refugiándome en la sombra, en el silencio, en las lágrimas... el amor ha podido con palabras, con treinta y está acabando con jamais... sé que no puedo estar, que no debo estar con él pero se nos hace inadmisible la renuncia, la hacemos realidad a duras penas y todo yace a nuestro alrededor, la escala de grises es cuanto ha quedado. el amor puede con todo, ha podido conmigo... siempre fui invencible, desapegada, sin ligaduras internas, ... ahora me siento insegura, en ruinas, víctima de mis fortalezas... verle una vez más, escucharle, me da cierta fuerza pero sabemos que ya nada es como antes, que somos prisioneros de una realidad que, para colmo, elegimos... tenerlo todo fue un sueño tangible, una realidad que se esfumó, era predecible pero cerrábamos los ojos. es todo tan posible, todo tan imposible, los años nos han derrotado una vez más, nos impiden hacer lo coherente, estos treinta años entre nosotros son treinta puñales en el alma, hemos llegado demasiado tarde a nuestras vidas y no tenemos valor para rehacer y deshacer las que ya tenemos... y nos reconcome haber hallado la felicidad para acabar renunciando a ella porque ya no somos un secreto, porque no se puede admitir tanto amor fuera de casa... y ahora todo son migas con las que alimento mis días, migas que tejen arcoíris en el cielo tras la lluvia en mis mejillas... ha pasado casi un mes y sólo una tarde fue para mí, ya no nos quedan momentos, ya no podemos ser regulares, casi ni siquiera esporádicos, sólo espejismos que de tanto en cuando se convierten en oasis en el desierto más yermo que jamás he conocido...

mai més?

asistir a la deconstrucción de estos años está siendo tarea del silencio, está siendo una tarea insoportable, está siendo una obra despiadada con nosotros... tengo las manos heladas... hace frío bajo el sol de mayo...